Venustiano Carranza fue desconocido como presidente en 1920, y asesinado en Tlaxcalntango, Puebla.
La guerra por la Revolución estaba por terminar y los vencedores no veían la hora de gobernar el país. Venustiano Carranza no conseguía establecer la paz, y sabía que, debido a sus ideas conservadoras, y a pesar de promulgar una nueva Constitución, no contaba con la apoyo de obreros y campesinos para conformar una base social que lo apoyara.
El 23 de abril de 1920, legisladores, militares obregonistas y zapatista, se unirían al Plan de Agua Prieta para desconocer a Carranza como presidente. Luego Carranza intentó huir, pero en Tlaxcalantongo, Puebla, sus perseguidores lo encontraron reposando en un jacal y lo acribillaron el 21 de mayo.
Como era de esperarse, Obregón triunfó en las elecciones de 1920. Había demasiados problemas y él sabía muy bien que sin la aprobación de la sociedad no podría solucionarlos, así que llegó a acuerdos con casi todos sobre todo campesinos y obreros.
Plutarco Elías Calles ganó las elecciones en 1924 y su plan inmediato fue seguir con la tarea de levantar al país. Desde el gobierno de Obregón la construcción de escuelas rurales fue una prioridad. Estado Unidos seguía molesto por la ley que se discutía en el Senado respecto al petróleo, hasta que Calles encontró una solución. Llegó a un acuerdo con el embajador norteamericano Qwight Morrow, con quien tenía una muy buena relación.
Cuando todo parecía estar en orden, un nuevo problema se presentó. En 1926, la iglesia católica rechazó la Constitución por considerarla anticlerial o sea, contra el clero. La Guerra Cristera, comenzó en 1926 con una revuelta de campesinos de Guanajuato y de otros diez estados.
Obregón modificó la Constitución con el fin de reelegirse, y en 1928 el periodo de reelegirse, y en 1928 el periódico presidencial se amplió de cuatro a seis años.
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